El reto de las Oficinas de Oro Negro en Ciudad de Carmen empezó con la distancia de 930 kms. entre nosotros y el cliente. Abarcaba desde hacer el levantamiento del espacio hasta entregar las oficinas llave en mano con nuestro equipo de trabajo radicado en la Ciudad de México.
Oro Negro escogió el Edificio Takin para desarrollar sus oficinas en tres áreas distintas, la Planta Baja, con dos alas, una de 254 m2 y la otra con 252.50 m2, completando una superficie de 506.50 m2. separada por el vestíbulo del Edificio, y el tercer piso con 269.84 m2.
Logramos que estas tres áreas estén integradas en funcionalidad e imagen, a pesar de su separación física.

Llama la atención al entrar a las oficinas la doble altura que conservamos. Las estaciones de trabajo abiertas están en la parte central y los cubículos cerrados y salas de juntas en la periferia de las oficinas.
El mobiliario empleado es Herman Miller, que con la línea y la tonalidad seleccionada captan la imagen conceptual ideal para este cliente.
Utilizamos porcelanato color arena en los pisos que armonizan con el ambiente general. Dejamos las losas de concreto aparente, solo las corregimos para su mejor aspecto. La mayoría de los muros los pintamos en color blanco respetando la gran luminosidad que posee la planta. Algunos muros tienen un color de acento. Las instalaciones eléctricas, espiroductos del aire acondicionado, iluminación led y de voz y datos las colocamos aparentes.

Dentro de los privados cerrados y salas de juntas empleamos placas de plafón suspendido de 61×61 cms. y colocamos lámparas lineales de led suspendidas.
En las áreas a doble altura colocamos galletas de tablaroca redondas, de diferentes tamaños, suspendidas a diferentes alturas. Aprovechamos estas galletas para colocarles lámpara o difusores empotrados donde se requerían según la distribución de estas salidas.
Las dos alas en planta baja cuentan con una estación de café, cuarto para el site y/o repetidora y salidas de emergencia a las terrazas.

En el tercer piso se encuentra el site principal, una sala de juntas para 20 personas y un comedor para 18 empleados que se utiliza en diferentes horarios.
En cuanto al concepto de la planta, a pesar de esta no contaba con la doble altura que caracterizó a la planta baja, se manejó el mismo concepto de dejar la parte central con estaciones de trabajo abiertas, y algunas oficinas cerradas en la periferia del piso.